Este fin de semana he estado en las Fiestas de La Carrasca. En esta cortijada de Sierra Cabrera, perteneciente al municipio de Turre, se celebran las fiestas en honor a su patrona, la Inmaculada Concepción.
Es esta una ocasión para disfrutar por la noche y mediodía de una típica fiesta de pasodoble, puesto de turrón y barra, donde no faltará la cerveza con sus correspondientes tapas/raciones así como los cubatitas. Todo ello con un clima perfecto (aunque este año ha hecho un poquillo de frío).
Pero aparte de lo anterior, lo que más carisma tiene esta fiesta es el reencuentro de todos los serranos que se citan allí cada año. La mayoría residen en Turre y alrededores, pero son muchos los que hacen miles de kilómetros para asistir a esta fiesta recuperada hace no muchos años. Es una fiesta familiar y yo clasificaría como “genuína”.
A mí lo que más me gusta es ver el desfile de Moros y Cristianos que se hace dos veces, una el sábado y otra el domingo. En ambos desfiles se recrea una batalla con un extenso diálogo entre las tropas moras y cristianas, representadas por sus respectivos capitanes. El objeto de la batalla: la ciudad de la Carrasca y la Inmaculada Concepción.
Dentro de ésta última referencia deseo expresar mi admiración por Ramón “el de Huerta Seca”, un hombre que a sus 82 años que cuenta en éste que estamos, hace una impresionante actuación, que más de uno envidiamos por el gran esfuerzo de memoria que requiere (cuántos quisiéramos conservar a su edad!). A mi me encanta asistir para verle actuando ¡Bravo Ramón! y enhorabuena al resto!
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