En esta semana nos ha dejado una gran persona: "Miguelico Egea" tal y como tod@s los mojaquer@s le llamábamos. Sirva este humilde post como mi homenaje particular a una persona que he tenido la suerte de conocer más de cerca desde que coincidimos como candidatos a las elecciones municipales de 2011, él lo hacía por IU y yo por mi partido.
Siempre recordaré que tras bajarme de la tarima en mi segundo mitin de la campaña, en la plaza del Ayuntamiento, me pegó un abrazo, me felicitó con los ojos brillantes de emoción. Recuerdo que hasta en su mitin de presentación, Miguel tuvo la deferencia de mencionarme para bien. Ésto que he contado refleja cómo era Miguel: una buena persona, una persona que entendía la política desde otro punto de vista, más centrado en la convivencia de tod@s, un punto de vista muy noble.
Pudimos trabajar juntos muchos temas en estos dos años, recuerdo la preocupación que compartíamos en reuniones por el futuro de los trabajadores del parador de Mojácar hace unos meses, o cómo se implicó también cuando nos movilizamos conjuntamente para ayudar a una familia del pueblo a recaudar dinero en un bingo solidario para que no perdieran la casa (hasta le tocó uno de los bingos).
Y pensar que hace unos días a la salida del último pleno nos tomábamos una cerveza en la puerta del Bar Indalo, mientras comentábamos el pleno y solucionábamos verbalmente los problemas de Mojácar...
Miguel era un gran tío, una persona íntegra y humilde, de firmes principios, comprometido con su pueblo, podría deshacerme en elogios y serían pocos.
El destino o lo que quiera que sea nos ha dejado a tod@s sin la vitalidad de Miguel, maestro de profesión, una persona de la que mucho teníamos que aprender por su actitud ante la vida. Lástima no haberte conocido antes. D.E.P.
Siempre recordaré que tras bajarme de la tarima en mi segundo mitin de la campaña, en la plaza del Ayuntamiento, me pegó un abrazo, me felicitó con los ojos brillantes de emoción. Recuerdo que hasta en su mitin de presentación, Miguel tuvo la deferencia de mencionarme para bien. Ésto que he contado refleja cómo era Miguel: una buena persona, una persona que entendía la política desde otro punto de vista, más centrado en la convivencia de tod@s, un punto de vista muy noble.
Pudimos trabajar juntos muchos temas en estos dos años, recuerdo la preocupación que compartíamos en reuniones por el futuro de los trabajadores del parador de Mojácar hace unos meses, o cómo se implicó también cuando nos movilizamos conjuntamente para ayudar a una familia del pueblo a recaudar dinero en un bingo solidario para que no perdieran la casa (hasta le tocó uno de los bingos).
Y pensar que hace unos días a la salida del último pleno nos tomábamos una cerveza en la puerta del Bar Indalo, mientras comentábamos el pleno y solucionábamos verbalmente los problemas de Mojácar...
Miguel era un gran tío, una persona íntegra y humilde, de firmes principios, comprometido con su pueblo, podría deshacerme en elogios y serían pocos.
El destino o lo que quiera que sea nos ha dejado a tod@s sin la vitalidad de Miguel, maestro de profesión, una persona de la que mucho teníamos que aprender por su actitud ante la vida. Lástima no haberte conocido antes. D.E.P.
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